Cuenca es una ciudad conocida sobretodo por sus
casas colgadas, pero tiene otros muchos atractivos. La
ciudad encantada situada en el término Villalba de la Sierra, es un paraje natural de ensueño. Formado por rocas calizas que la naturaleza ha ido dando forma a lo largo de los años, debido a la acción del agua, el viento y el hielo. Todo a una altitud de 1.500 metros.
Situado en el mismo municipio se encuentra el mirador El
Ventano del diablo desde donde

puedes ver la espectacular belleza del
Río Júcar entre las laderas de la montaña. A 36 kilómetros de la capital de provincia encontramos
Las Majadas, nacimiento del río Júcar, en plena cordillera Ibérica dónde se repite el paisaje de la ciudad encantada. El lugar cuenta con
paradores, hostales y restaurantes para gozar del lugar con una estupenda estancia. Además del río Júcar, Cuenca cuenta con el
río Cuervo, cuyo
nacimiento fue declarado Monumento Natural en 1999 por ser uno de los mejores formaciones de manantial de Castilla-La Mancha, por su tamaño y por su indiscutible belleza. Su altitud y temperatura propicia que el entorno sea rico en flora y fauna.
No sólo la ciudad se rodea de belleza natural sino también cultural.
Cuenca cuenta con numerosos
museos como el de
arte abstracto que se localiza en una de las casas colgantes y cuenta con obras de Eduardo Chillida entre otros muchos. La
Fundación Antonio Pérez ubicada en el antiguo
convento de las Carmelitas Descalzas cuenta con numerosas esculturas, pinturas, grabados y libros de artistas contemporáneos. Y el
Espacio Torner habilitado en el interior del antiguo
monasterio de San Pablo alberga pinturas y esculturas del artista conquense
Gustavo Torner que proceden del
Museo Centro Nacional de Arte Contemporaneo Reina Sofia.